Semanas de sentirme resfriada o algo alergica, para comprobar que es un tema netamente inmunológico.
Entre mis últimos exámenes- que siempre son muchos-y estos días de sentir que a veces me moría, y sorprenderme con la frialdad de personas que están tan dañadas que no se atreven a más que dañar,mi cuerpo se ha resentido.
Lo bueno de esto sí, es que siempre se me cura todo cuando me vengo frente al mar , donde cada paisaje es libertad y amor, compañia, sueño y verdad. Nada más que estos elementos para saber que se vive en intensidad y placer.
Nada como el silencio para seguir erguida, y nada como mi amor para amarme aún cuando nadie se atreva a hacerlo.
Mi amor por mí supera el que entrego. Es incondicional por mí, por mi verdad y mi vida.
La Maite hoy me trajo un almuerzo maravilloso que preparó mi amiga Pili, con caldo de pollo, curry y ensaladas exóticas. No me queajaré nunca del desamor de amigos, porque no existe en mí.
Hoy en Santiago dicen hace frío, y yo aquí en mi alma estoy hirviendo del amor que guardo, del tiempo que es siempre mío, de agradecer siempre que mi vida no depende de nadie y que nadie depende de mí.
Este es mi mayor tesoro: mi libertad, que no tiene precio ni se transa por nada.
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