martes, 27 de marzo de 2007

Ignacio el hermoso (24-05-39 / 27-03-04)

Hace 3 años, muriò mi papà con 64 años.
Cuando el grito aterrador de mi madre desde el fondo, allà en su pieza, despertò a cuanta gente se habìa quedado a dormir en mi casa " a la espera", saltè del living donde alcancè a agarra un brazo de sofà y me levantè.
Mi madre, la Juana la Loca como es conocida, gritaba ensordecedoramente tanto como si le hubieran amputado alguna extremidad. Me acerquè, y luego de verlo pàlido, lo amortajè con una bufanda gris y lo extendì por completo. A esa altura de su enfermedad, mi papà dormìa sentado, con el balòn de oxigeno 24 hrs. , las malditas mangueras transparentes en su nariz, y ya hacìa 2 que habìa venido el neuròlogo a Eutanasiarlo. Ese dìa , el ùltimo en ver al mèdico este, me enterè que existe la eutanasia, y no està reservada para algunos, menos si estàs en tu casa. Ese fue el ùltimo dìa que mi papà hablò y estuvo conciente. Ese dìa, esa noche, el mèdico en el suero aplicò un "duermete pa siempre" mezcla de morfina con algo para dormir y nos dijo: Ignacio va a dormir profundo y solo hay que esperar que haga el paro respiratorio.
Asi fue. Tal cual, y cuando lo hizo llame al mèdico para que viniera a dejarme la hoja certificando la muerte para que el hombre de la funeraria cerrara el ataùd: No vino, ni me contestò màs ninguno de sus telèfonos.
Para seguir con la tradiciòn, la humorada y la broma siempre en la boca de mi viejo, fue mi amigo Rafael el mèdico Ginecòlogo quien terminò extendiendo el certificado sobre el ataud, en la mitad del living de la casa, mientras con mi amiga Nani lo maquillabamos y pegabamos los ojos con tela adhesiva para que no viera nada...
Es extraña la solemnidad de los velorios. Tengo recuerdos de un silencio largo y que ni un perro se atreviò a ladrar si quiera esa madrugada.
Salì al pasaje y mientras me fumaba un cigarro, el mensaje de texto a mis amigos era uno: Muriò mi papà, Dorita. Muchos dormìan a las 3:30 de ese 27 de marzo, otros no. Mi amiga Ximena, la otra mèdico que lo cuidò y estabilizò tantas veces a mi papà cuando yo estaba en Europa, habìa llegado a trabajar a Calama hacìa poco màs de una semana. Y como en general los mèdicos tienen el sueño liviano, o son de frentòn un poco insomnes, me llamò diciendo: Mañana tomo el primer vuelo a Santiago. Mi respuesta fue: No, espero no verte aquì. Recièn llegaste a tu pega y ya vai a faltar no se cuantos dìas. Ademàs el pasaje te va a costar una fortuna, y no permitirè que te gastes la mitad del sueldo o lo que sea en un asunto tan cotidiano como este. Gracias por llamarme, y gracias por haber cuidado a mi papà tanto.
La gente se ve en esas cosas, tan aparentemente difìciles de hacer, pero cuando se tiene el corazòn ordenado, la cabeza tambièn lo està en el discurso y los actos.
Ahora que recuerdo tambièn a esa hora a la primera persona que llamè fue a mi ex con la esperanza que corriera a abrazarme. Y nada. Llegò al otro dìa tipo 2 de la tarde, cuando yo tenìa todo solucionado: la funeraria pagada, el cementerio con los gallos haciendo el hoyo, mi viejo en la Iglesia de Los Dominicos en el velatorio-como correspondìa-, la misa negociada con el cura Enrique para el domingo ( los domingos no se hacen misas de difuntos) y yo de vuelta en la casa me empezaba a empipar el primer jote despuès de no dormir nada y de correr como dice la Lola, como ratòn envenenado.
Es curioso, ahora que hace poco se le muriò la mamà a mi ex, la ùltima, ejemplar de esos con los que se va de mal en peor, resulta que yo al revès de las bestias me quedè a esperarla hasta que llegò a las 6 de la mañana en la pompa funebre a su casa y luego de saludarme , me despide en la puerta como si hubiese sido la empleada. Hasta el dìa de hoy me pregunto: ¿No se le habrà pasado por la cabeza a esta weona pasarme unas 10 lucas si quiera por haberme quedado cuidando su casa, sus animales toda la noche? Feroz...Feroz. En esos espacios se ve la gente, insisto.
Los ex no sirven para nada. Sobre todo cuando en este caso son Las ex, infinitamente màs histèricas que un hombre, mucho mas egoìstas, mucho màs perversas,promiscuas, viejas, con los 7 Pecados Capitales en el cuerpo e infinitamente torpes en su vida de apariencias.
De ahì que terminan en la ruina màxima de todas partes. Y estos no son malos deseos:son comprobaciones personales.
La ùnica ex que vale por las demàs y por las que vendràn es la Lola que a màs de 10.000 Km en una ciudad llamada Malmô, al sur de Suecia, en la regiòn de Scania , vive. ESA SI QUE ES REAL.( Y no es porque viva en un paìs donde haya monarquìa, porque si fueran los reyes elegidos por votaciòn popular, ella debiera ser la que se siente en el trono, en el de verdad, no en el otro como decimos en Chile a la taza del baño)
La Lola, pròxima a estar de cumpleaños, es lo mejor que me ha pasado en la vida. Sin ir màs lejos es la que me sanò del càncer, como ejemplo mìnimo.
Aquella noche de hace 3 años, me pasè entre fumando y paseando de un lado a otro esperando el cajòn de la funeraria.
Mi mamà mientras lloraba, y tipo periodista, agarraba el telèfono informando al mundo a secas:"Muriò Nacho".
La gente que estaba en mi casa esa noche, que era mucha, y como velorio de campo, se puso a ofrecer tè, cafè y otros brebajes. Habìa que ordenar un poco tambièn cuando de pronto llega el Mono, mi hermano ebrio y agarra a mi papà como un mono de hule ( ya se estaba empezando a poner duro) y lo viste con el mejor terno, ese de las muchas lucas que se comprò para ir al ùltimo casorio, el de mi primo Nicolàs en Viña, la mejor corbata italiana, la mejor camisa, los zapatos mejores y casi nuevos. Tan bestia es ese hombre, que estaba dispuesto a quebrarle un brazo o una pata a mi viejo si no cavìa en el ataùd. Y lo peor de todo es que lo decìa.
Esa noche no pude dormir en mi cama. Ni dormir en ninguna parte.

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