lunes, 2 de julio de 2012

El Regreso

De regreso a Santiago una vez más después de 24 días en el sur. Agotada y con la sensación de haber hecho lo que me propuse en esos días de trabajo.

Santiago tiene tantos recuerdos, que toda esquina tiene una conexión con el pasado.
El sábado después del cumpleaños de la Jóse, todo regio con carteras de cuero y collar de perlas de regalo entre otras finezas, bajé por la constanera norte para volverme a dormir. y entonces me detuve en esa bomba de bencina donde tantas veces con el Pin paramos a comprar cigarros. Y como tantas otras, luego de ahí seguiamos  el borde del río para llegar a ese antro oscuro, donde se baila y se toma hasta hoy, y desde hace casi 50 años, desatadamente. Esta vez pensé hacer la ruta sola. Sola con las muchas copas de vino encima, la puna de venir bajando de La Dehesa, el primer cigarro mentolado de muchos días sin ellos, y las ganas de conocer gente.
Y no pude.

Recordé que a mucha de esa "gente", ya la conocí.
Recordé que hoy ,cuando está todo tan en infinitamente marketeado y todos se suman a ese consumo,  que ya fui a cuanta marcha pasó por la Alameda. Ya pertenecí a grupos de todo orden. Ya viajé y viví en otros lugares. Me fui y volví. Ya me movilicé.
Y aquí estoy tranquila, sientiendo que necesito cada día menos cosas para seguir viviendo.

Será que estoy más sabia, o más vieja tal vez. Pero estoy feliz. Inmensamente feliz de mis cambios y de mi generosidad permanente en y con la vida.


No hay comentarios.: