Podría perfectamente ser el título de un cuento bello entre una madre bella y una hija igual, pero no lo es. No soy yo quien deba escribir este cuento sino otra,una que pinta y lo hace bien...
Estos días intensos de trabajo y de obligaciones nos han dejado a la Célica y a mí , a ratos exhaustas. ¡Y eso que no he salido un solo día en biciclieta y debo hacerlo pa no tullirme!
Hoy, con esa curiosidad que solo genera la incertidumbre, es que es de noche aquí en La Serena y llueve.
Debo mañana "barrer" y coordinar con últimos clientes visitas en y el sábado festejar con lo que aquí llaman "pampilla", a la mísma forma de celebrar las fiestas patrias, pero adelantadas.
Lamanto seguir corriendo también en estos lugares, y en la celebración de todos...que como es bien loca la gente, han de celebrar TODOS A LAS 11 AM DEL DIA SABADO, DE JARDIN INFANTIL, LOS COLEGIOS,...grrrrr!!!
De todas maneras, hoy he concretado una reunión con un cliente cerca de las 12 el sábado, con intención de que sea mucho antes.
Mi vuelo es el sábado a las 18:30 para llegar una hora despues a Stgo y apurada descansar para rajar el domingo a Talagante y mostrar unas parcelas a las 12 y sortear reuniones de trabajo con amigos y parientes...y regresar en la tarde e irme a la casa de Juanito para llevarlo al aeropuerto en la noche para que tome el vuelo aquel que lo lleva a Europa con su prima que al parecer es un encanto.
Entonces la vida mía de Santiago, se atropella con la mía de estos días que está oxigenada de amor y encantos para trapicarme a ratos...
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