Echo de menos las noches de lluvia en esa casa bella, el sonido del agua en el techo cayendo y el gato afuera hablandote. Echo de menos el calor que subía de la chimenea a la pieza y la vista desde la cama a los cactus que te regalé. Echo de menos el bonsai seco que podé, la palmera en macetero en tu terraza y los altos arboles de esta casa que abandonaste... Echo de menos el olor a pan a media noche entre las sábanas,tu risa traviesa y los escritos de media tarde:
La paz que generabamos, solo eso echo de menos, y no fue hace tanto...
Sentì amarte siempre, siempre.
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